Los albaricoques, están llenos de fibra y betacaroteno, que es una forma de vitamina A. De hecho, esta substancia es un precursor vegetal de esta vitamina y el cuerpo lo almacena para trasnformarlo en vitamina A cuando lo necesita. El betacaroteno se encuentra abundantemente en las frutas y vegetales amarillos y de color naranja.
Aunque la fibra es importante para evitar el estreñimiento y para bajar el colesterol, los científicos se están dando cuenta del poder curativo del betacaroteno. Los resultados se obtuvieron en un estudio hecho en EEUU, indicaba que es posible que el betacaroteno evite que el colesterol en la sangre experimente cambios químicos que le permitan dañar las arterias y provocar, tarde o temprano un ataque cardíaco.
Efectos contra el cáncer
Por otra parte, en una investigación reciente en la que se analizó el betacaroteno, los científicos del Instituto Nacional del Cáncer y los de la Universidad de California. Han llegado a la conclusión de que, si se aumenta el consumo de alimentos ricos en betacaroteno, como los albaricoques, se puede reducir hasta la mitad el riesgo de desarrollar un cáncer de pulmón.
Otras ventajas
Aunque el hierro no es un componente destacado en los albaricoques frescos, sí que lo es en los orejones (albaricoques secos), ya que, al estar secos su concentración aumenta. Por eso pueden venir muy bien cuando se tiene anemia. Además, los orejones tienen la gran ventaja de poder adquirirse durante todo el año, mientras que los albaricoques frescos sólo se pueden encontrar en verano.
El betacaroteno es también muy recomendable para prevenir problemas de vista, para mantener en buen estado la piel y las mucosas y para aumentar la resistencia a las infecciones. Por ejemplo, en las afecciones pulmonares y en general en las vías respiratorias Otras de las ventajas del betacaroteno es que carece de la toxicidad de la vitamina A, cuando se toma en dosis superiores a las recomendadas.
Por suerte, el sabor de los albaricoques madurados al sol hace que sean fáciles de incluir casi en cualquier comida o tentempié. Añadir trocitos de orejones a una ensalada fresca, o rebanadas de albaricoque fresco sobre un sorbete, u orejones con almendras para merendar, obtendrás un gran sabor y además estarás protegiendo a tu cuerpo de posibles enfermedades.
*recuerda que esto son consejos generales no indicaciones médicas.
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