Somos lo que comemos
Los resultados de los últimos estudios en nutrición son bastantes contundentes: los alimentos que tomamos pueden llevarnos por dos caminos, el de la salud y el de la enfermedad.
“Probablemente, de entre las diez principales causas de muerte en los Estados Unidos, cinco están estrechamente relacionados con la nutrición”. Según Neil Stone.
En efecto, los científicos dicen que prestando un poco más de atención a nuestra dieta se puede reducir, hasta un 70 por ciento, el riesgo de sufrir cualquier de estos problemas.
Según John Potter dietista estadounidense son cuatro los principales problemas que cometemos en respecto a nuestra dieta, los que nos pueden llevar a causar una enfermedad. En primer lugar, comemos demasiado. Además, comemos alimentos que son perjudiciales. No tomamos suficiente cantidad de alimentos saludables y, por último, ingerimos en nuestras comidas conservantes y residuos de pesticidas que el cuerpo es incapaz de desechar eficazmente o, por lo menos, no puede hacerlo en las cantidades que se requieren de acuerdo a lo que consumimos.
Esto da como resultado arterias obstruidas, sobrecargas para el corazón, cálculos en la vesícula biliar, hígado dañado y una variedad de sustancias químicas nocivas circulando por nuestros cuerpos que pueden derivar en hasta doce tipos diferentes de cáncer.
Pero ¿cómo es posible que tantas personas sufran los mismos problemas de salud?
Es importante pensar que nuestros ancestros eran recolectores-cazadores. Y señalamos el término recolectores antes que cazadores por una sola cuestión. La mayor parte de los hechos nos conducen a pensar que la actividad que más se desarrollaba era la de la caza.
Con esto, lo que quiero recalcar es el hecho de que nuestros ancestros se alimentaban principalmente de frutos, raíces, nueces, hojas y semillas. Y ocasionalmente, con una pieza de carne si tenían la suerte de acertar en el blanco.
Pues bien, este el tipo de dieta al que nos deberíamos de adaptar. Ha de ser una dieta con pocas grasas, que incluya mucha fibra y grandes cantidades de vitaminas y minerales, aportando también otros elementos recién descubiertos que son esenciales para tener buena salud.
Grandes descubrimientos
El resultado ha sido espectacular, un descubrimiento tras otro a nivel molecular. Las investigaciones han descubierto, por ejemplo, que el brécol contiene sulforán, una sustancia que ayuda a prevenir el cáncer. Las coles de Bruselas, los nabos y la planta de la mostaza son una fuente muy rica de índoles, que pueden reducir el riesgo de padecer cáncer de mama y otros tipos de cánceres. Judías, productos derivados de la soja, cereales, espinacas, brécol y rábanos contienen inhibidores de la proteasa, unas sustancias muy activas contra el cáncer. Los ajos y las cebollas contienen compuestos organosulforados, altamente eficaces para prevenir el desarrollo de tumores y evitar los coágulos de sangre que originan los ataques cardíacos.
La lista de sustancias que se encuentran en los alimentos a base de plantas y vegetales pueden ayudarnos a combatir una enfermedad crónica. El licopeno del tomate; el becaroteno de los vegetales de color naranja y de hojas verdes; la bromina de la piña y la hesperidina, la naringina. Todas ellas tienen la capacidad de combatir las enfermedades cardíacas y la apoplejía.
Por tanto, ya nos basta con saber que los alimentos están compuestos por carbohidratos, proteínas y lípidos. Hay cientos de sustancias en los alimentos y muchas de ellas son valiosísimas para prevenir enfermedades
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